ELESKEN.
«el sol»

Mi Tol (corazón) siente profundamente esta muy bella e intensa estación, es el verano, la de los días más largos, donde los rayos del Kren (sol) nos regala abundante luz, permitiéndonos disfrutar largas y plenas caminatas.

O quizás acelerar nuestros latidos profesando algún trote en el bosque o por la arena fresca de la playa, como buscando la libertad del alma, permitiendo al Senu (viento) rozarnos el rostro y devolverle la satisfacción y el agradecimiento por esta cálida caricia.

ELESKEN, estación generosa que nos obsequia entera naturaleza y libra;

«De la tierra» la belleza de sus bosques y la abundancia de los frutos con todos
sus nutrientes y dulzor, la estampa e imponencia de los Yowen (Guanacos) entre
otros tantos seres vivos.

«Del Mar» el color de su agua, el canto de sus olas, el trinar de sus habitantes y el desnudo de sus orillas que nos deja al descubierto en toda su inmensidad la abundante existencia de mariscos.

Que expresar sobre el mar… Combinación perfecta con el verano y joya valiosa en cada estación donde siempre es un disfrute.Fuente de inspiración y lienzo en el que se conjugan cual pentagrama el repiqueteo de las olas y el sonido del viento acompasados con el canto de los “Chache”, el trinar de las “Schingas”, el revolotéo intenso de las Kolié (gaviotas) y de algunas perdidas Korikek (Bandurria).

K´OMENKEN.
«el rojo»

Él es para mí la multicolor, imponente proceso de metamorfosis que permite ver el cambio de tonos y colores que contrastan juguetones con los rayos intensos, penetrantes y profundos del Kren dominante.

K´omenken que nos invade el sentido de la vista con los cambios tornasolados de las hojas que mutan casi mágicamente del verde al rojo, del rojo al naranja y del naranja al amarillo intenso, para abrirse paso al tono marrón y del marrón estático al beige hasta mostrar en todo su esplendor el negro profundo, anunciando como si fuera una marcha póstume, su caída en dirección a la tierra.

Ya en suelo acompañan el paisaje mientras otras rezagadas continúan cayendo. Mientras tanto yo disfruto de esos colchones de hojas sobre los que al recostarme siento sus abrazos tan pero tan suaves.

Amo y disfruto esta imponente estación, que además nos regala el permiso de la cosecha de los frutos de los árboles. Y por supuesto jugar con los barros.

X´OCESKEN.
«el blanco»

                 Quiero al frío, sus nevadas, sus hielos y sus vientos huracanados, desde niña disfrute esta estación, la que nos habilitó el jugar y patinar, romper el hielo para tener agua, recuerdos de aquellas épocas cuando no teníamos redes sanitarias ni canillas.

X´ocesken, la que nos deja realizar bolas de nieve y guerrear con los vecinos. También es una época de reflexión porque más tiempo de albergar en nuestros hogares nos lleva a crear y trabajar incluso a relacionarnos con nuestros afectos desde un lugar y punto de vistas diferente.

Otra vez el mar también que sigue teniendo su protagonismo que para mí a pesar de las aguas tan heladas es una caricia a mi ser.

YOKUSKEN
«las flores»

Época de brotes y vida natural, de flores y mil colores que pintan nuestros iris, tanto como el verano, tenemos días largos que nos permiten disfrutar nuestro día a día.

Yokusken que abre sus puertas permitiéndonos disfrutar la recolección de los frutos de nuestros pájaros.

Caminar desafiando el viento, a veces cálido y otras frío. Y embarrarme con mis pies descalzos sobre las arcillas, el barro y la greda de nuestra tierra.

Siento, vivo y disfruto todas las estaciones, en ellas mi alma libre sale a caminar haciéndome sentir que estoy viva recibiendo de cada una de ellas energías propias que benefician mi espíritu,


Un comentario sobre “Sobre mi

  1. VIRGINIA Contestar

    mE EMOCIONAN TUS PALABRAS Y TUAMOR POR LA NATURALEZA.ME ASOMBRA TU LUCHA POR MANTENER VIVA LA CULTURA ANCESTRAL DE TU PUEBLO

YATAIKEN (Gracias) por tus comentarios